Sábado 7 de junio de 2025, p. 17
Washington. Kilmar Ábrego García, el salvadoreño deportado de Maryland al país centroamericano por el gobierno del presidente Donald Trump sin el debido proceso, fue retornado a Estados Unidos para enfrentar cargos penales por trasladar a indocumentados
, informó la fiscal general Pam Bondi.
La funcionaria indicó ayer que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, accedió a devolver a Ábrego después de que funcionarios estadunidenses presentaron a su gobierno una orden de arresto.
El gran jurado determinó que, durante los nueve años recientes, Ábrego García desempeñó un papel significativo en una red de contrabando de extranjeros
, añadió Bondi en una rueda de prensa. El acusado enfrentará los cargos en un tribunal federal de Tennessee, mientras los documentos se presentaron el pasado 21 de mayo, más de dos meses después de la deportación por error
, según registros judiciales.
En un comunicado, el abogado de Ábrego García, Andrew Rossman, señaló que ahora dependerá del sistema judicial estadunidense garantizar que reciba el debido proceso. La acción de hoy demuestra lo que hemos sabido todo el tiempo: que el gobierno tenía la capacidad de traerlo de vuelta y simplemente se negó
, agregó Rossman, socio del bufete de abogados Quinn Emanuel.
La acusación también imputa al residente de Mayrland y a dos cómplices no identificados cargos de transporte de armas de fuego adquiridas ilegalmente en Texas para su reventa.
Ábrego García fue deportado a El Salvador a pesar de la orden de un juez de migración de 2019 que le otorgó protección.
Los críticos del presidente Donald Trump señalaron la expulsión sin el debido proceso como un ejemplo de los excesos de la agresiva estrategia del mandatario republicano para intensificar las deportaciones.
Las autoridades respondieron alegando que Ábrego García era miembro de la pandilla MS-13. Sus abogados han negado su pertenencia a ese grupo y afirman que no había sido acusado ni condenado por ningún delito.
Su caso también se ha convertido en un punto de alerta para la escalada de tensiones entre los poderes Ejecutivo y el Judicial, que ha fallado en contra de varias políticas del gobernante. La Corte Suprema ordenó a la administración Trump que facilitara el regreso de Ábrego García.