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Tumbando Caña

Claroscuros del Festival Internacional de Salsa de Boca del Río

C

ontra pronósticos adversos y dudas de su realización, se llevó a cabo la versión 2025 del Festival de Salsa de Boca del Río, los días 13, 14 y 15, con una asistencia promedio de 200 mil personas por noche y una derrama económica de más de 830 millones de pesos, según informes oficiales, lo que benefició al municipio conurbado de Boca del Río y al puerto de Veracruz. La fiesta salsera, que según señaló la gobernadora del estado, Rocío Nahle García, ya está consolidada en Veracruz, logró su cometido de sano divertimento e impulso turístico en la zona.

Hay que recordar, como cité en la entrega anterior, que este festival tuvo muchos tropiezos antes de llegar a su consolidación. Y que navegaba en la incertidumbre por el manejo que se le dio en la campaña electoral por la gubernatura, una supuesta sobrevaloración en los contratos artísticos y de producción, así como la inconformidad de los músicos del puerto, a los que siempre se les relega o invisibiliza.

Cuando Cuitláhuac García arribó al gobierno de Veracruz (1º de diciembre de 2018) se entusiasmó con el plan que le presentaron y decidió apoyar su reanudación. En 2019, el Festisalsa regresó con toda su fuerza para casi de inmediato ausentarse dos años debido a la pandemia de covid-19. Pasada la emergencia sanitaria, en 2022, Cuitláhuac retomó la idea otorgando adjudicación directa al empresario Ernesto Carvajal del Puerto.

Al saber el monto destinado para llevarlo a cabo, así como el manejo que se le estaba dando al evento, el periodista Marco Antonio Aguirre Rodríguez comentó en el diario Veracruz Hoy que el gobierno del estado de Veracruz le había entregado a Carvajal más de 26 millones de pesos para realizar el Salsa Fest con un elenco que no rebasa los 12 millones de pesos en su costo total de contrataciones, mismo que incluía traslados, hospedajes y alimentación.

Marco Antonio Aguirre investigó la situación del mercado de la salsa en ese momento y los posibles costos de producción. Consultó a agencias de contrataciones, oficinas de representaciones artísticas y manejadores de elencos, así como a algunas productoras de espectáculos, llegando a la conclusión de que el presupuesto del Festisalsa estaba marcado por un sobreprecio.

Y resumió: En el programa hay nueve grupos internacionales de salsa cuyos contratos fluctuan entre 45 mil a 75 mil dólares por elenco, según la producción del Salsa Fest. Para efecto de redondeo, promedió en 60 mil dólares los honorarios por grupo, lo que daba 180 mil dólares por noche; siendo tres noches, arrojaba la cantidad de 540 mil dólares en total. Esta cantidad, convertida a pesos, al tipo de cambio de 21 por dólar, da 11 millones 340 mil pesos. De tal manera que la cantidad restante, 14 millones 660 mil pesos quedaban para la producción, algo excesivo, estimó.

Pero había más: al revisar el contrato, que solicitó a la Secretaría de Turismo mediante el mecanismo de acceso a la información, descubrió que el prestador, como se denominó en el mismo a Ernesto Carvajal, de acuerdo con la cláusula sexta del contrato, será el responsable de la instalación y administración de los baños móviles y expendios para la venta de alimentos y bebidas, dentro de la sede del festival.

Es decir que Ernesto Carvajal se quedaba con el negocio más importante de la fiesta, y pensó: Si tomamos en cuenta, según lo dicho por el gobernador, que la asistencia total fue de 350 mil personas y éstas hubieran gastado en la fiesta un promedio de 100 pesos (por decir una cantidad) en consumo de alimentos, agua, refrescos y cervezas, el negocio de Carvajal ingresó 35 millones de pesos.

Carvajal, se sabe, siempre ha sido un empresario hábil que ha sabido acomodarse sexenio tras sexenio sin importar el partido en el poder, me comenta un restaurantero jarocho que no quiere dar su nombre para no afectar su relación de negocios con el aludido. Sin embargo, la desmesura en gastos y sobreprecios en sus producciones es algo que se comenta en publicaciones veracruzanas.

Según el portal AVC Noticias, una revisión de los contratos del Salsa Fest, a cargo de Ernesto Carvajal, en los últimos tres años, reveló que en 2022 tuvo un costo de 26.2 millones de pesos, al año siguiente, dicho costo se duplicó a 47.8 millones de pesos y para 2024 alcanzó 57.9 millones de pesos.

La propuesta del evento para 2025 fue presentada a la gobernadora Rocío Nahle con estos números. Por lo que el Festisalsa boqueño tuvo que pasar por una revisión cuidadosa, ya que para la nueva administración representaba una inversión considerable y deberían estar claros los manejos del dinero y los objetivos del festival.

Aún no se sabe a qué conclusión llegaron en términos de inversión y otros apoyos por parte del estado, el caso es que la gobernadora se decantó por llevar a cabo la fiesta salsera.

Presente en la primera noche del Salsa Fest, dijo que el festival ya estaba consolidado, por lo que habría que mantener el nivel y seguir fortaleciéndolo. Hoy tenemos hoteles y restaurantes llenos, la gente está feliz, muy participativa, y eso nos habla del éxito de este gran espectáculo, señaló.

La mandataria disfrutó la fiesta junto a miles de asistentes, se la vio muy alegre y pudo corroborar que este evento atrae a muchos bailadores y personas que gustan del género en un ambiente familiar, festivo y seguro, reafirmando el compromiso del gobierno del estado con el impulso de eventos que fortalecen la cultura y el turismo, como lo es la Cumbre Tajín, el Carnaval Jarocho, el Festival de la Canción Agustín Lara, el Costa Esmeralda Fest y el Festival Internacional Afrocaribeño de Veracruz.