Incómoda situación
l tan repentino como injustificado ataque de Israel contra Irán, que derivó en el enésimo conflicto armado que desestabiliza Medio Oriente y puede extenderse más allá de la región, mientras Washington echa más gasolina en vez de intentar apagar el fuego, al sopesar si se involucra o no en el plano militar para ayudar a su aliado, Tel Aviv, y derrocar la teocracia de Teherán, puso a Moscú en una situación por demás incómoda.
Hace apenas cinco meses, tras perder a quien era su gran aliado en la zona, la Siria de Ba-shar al Assad, Rusia pretendió llenar ese vacío al firmar con Irán un acuerdo de asociación estratégica integral, el cual no incluye una cláusula de asistencia recíproca en caso de agresión, pero tampoco le impide proporcionar a su socio los sistemas de defensa antiaérea y cazabombarderos que necesita. En cambio, Irán en 2022 entregó a Rusia los drones Shahed, que ahora fabrica con tecnología iraní bajo la marca de Gueran, para contrarrestar los aparatos Bayraktar turcos usados entonces por Ucrania.
El Kremlin lanzó una enfática condena por los ataques de Israel y se ofreció como posible mediador entre las partes involucradas. Pero ante un escenario extremo, por ejemplo si Israel logra su objetivo declarado de asesinar al líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Jamenei, o si Estados Unidos comete el disparate de sumarse a las hostilidades, Rusia nada va a hacer, aparte de expresar su repulsa.
¿Puede Rusia salvar Irán como hizo con Siria en 2015? Ni puede ni quiere. No puede apoyar militarmente a Irán por la misma razón que dejó caer a Al Assad en diciembre de 2024: debido a que toda su atención y recursos se centran en su operación militar especial
en Ucrania.
Además, no quiere hacerlo porque incluso la entrega simbólica de armamento a Irán se traduciría en más pérdidas que beneficios para Rusia y procura no estropear sus nexos con Israel, las monarquías del golfo Pérsico y, sobre todo, Estados Unidos, cancelando para siempre la posibilidad de llegar al gran trato
que el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, asegura que es posible sellar.
Para ayudar a su aliado persa, Rusia hizo bien en recalcar, junto con China, que las controversias entre Israel e Irán no pueden resolverse mediante la fuerza y lo único sensato sería negociar un arreglo político.