
▲ La piel está fabricada con un material de gel flexible y económico y transforma toda la superficie de una mano robótica en un sensor inteligente.
Foto cortesía de la Universidad de Cambridge
Madrid. Una revolucionaria piel robótica acerca las máquinas a un tacto casi humano, ya que puede detectar presión, temperatura, dolor e incluso distinguir múltiples puntos de contacto a la vez.
Europa Press
Prensa Latina